CRONISTA OFICIAL DE ZARZA LA MAYOR
Llegando a la Plaza, a través de la conocida calleja de Don Mario, a la izquierda, nos encontrábamos con el número 2, lugar donde se desarrolla el relato que ocupa esta crónica.
En septiembre de 1947 se casan Pedro Presumido Juánez y Pilar Jorge Borrero. Pedro había nacido el 15 de junio de 1923 y Pilar el 10 de febrero de 1924. Al casarse, en 1947, abren un bar en la Plaza Mayor de Zarza, en el número 2, en una casa de arriendo, propiedad de Felipa Oliva Jiménez, mujer del señor Gerardo Baz Barroso y ambos, padres de Martina, Vidal y Miguel.
El bar comienza a llamarse el “Bar de Masablanda”, pues Pedro trabajaba en la panadería local y después del trabajo en la panadería, atendía el bar y de ahí le provenía el nombre de «Masablanda».
Los hijos de Pedro “Masablanda” y Pilar, Justi y Ani nacieron en la casa, mientras que el hijo pequeño, Vidal, ya nació en la calle Concejo cuando ya habían dejado el bar. El bar en palabras de su hija Justi “tenía muy buen ambiente” y «en la sala de arriba se hacía baile moviendo el manubrio del organillo». Pilar, en los días de feria y en otras ocasiones, preparaba peces en escabeche y en épocas de caza, clientes habituales llevaban la caza y allí lo guisaba Pilar para la consiguiente cena. En fechas señaladas, gastronómicamente hablando, también se degustaban palometas, gambas y berberechos.
La familia Presumido Jorge, tuvo el “Bar Masablanda” durante aproximadamente 10 años. La señora Pilar decía: “esta casa es de mi ama” porque Pilar sirvió muchos años en casa del señor Gerardo y la señora Felipa, hasta el punto de que cuando Pedro se casa con Pilar, Pilar sale de la casa del señor Gerardo y la señora Felipa.
Pedro Presumido Juánez fallece el 21 de abril de 1997 y su esposa Pilar Jorge Borrero el 14 de junio de 2017.
Posteriormente el bar pasa a manos de Anastasio Herrero Rabasco, nacido el 28 de junio de 1934 y Mercedes Pardo Montero, nacida el 17 de mayo de 1933. Al casarse Anastasio y Mercedes cogen el bar y allí nacen sus hijos, Ricardo y Marcelo y lo regentan hasta que su hijo Ricardo tiene 9 años y Marcelo 7 años, que es cuando dejan este negocio y adquieren Zalama y ya Mari, la hija de Anastasio y Mercedes, nace siendo ellos los propietarios de Zalama. Mercedes fallece el 14 de febrero de 2021 mientras que Anastasio lo hace el 1 de junio de 2023.
Pero el bar de la Plaza nº 2, sigue funcionando. Ahora va a ser de la mano de Pedro Iglesias González y Petra Montero Iglesias. Pedro había nacido el 18 de enero de 1921 y Petra el 18 de diciembre de 1920. Además del bar, la familia allí vivía junto a su hija Toñi, de arriendo, siendo ya la propietaria del local Martina Baz Oliva. La casa tenía dos plantas y el piso de abajo estaba dedicado al bar, la barra era de obra y el bar podría tener unos 20 metros cuadrados. Por las mañanas lo atendía la señora Petra y por la tarde-noche era el señor Pedro quien se ponía al frente, pues por la mañana trabajaba con Aniceto Pascual. Por la feria de San Bartolomé, Aniceto Pascual le regalaba a Pedro una cabra, que la señora Petra preparaba y guisaba haciendo una excelente chanfaina a la que acudían muchos portugueses y el primer día de feria se agotaba. Pero en 1973, la familia abandona esta casa y se marchan a la calle Concejo, donde Pedro abre otro bar en la esquina con la actual calle Vitigudino, concretamente donde se ponían las carteleras del cine de Don Mario.
El señor Pedro murió el 21 de febrero de 1987 mientras que la señora Petra lo hace el 15 de diciembre de 2012.
Posteriormente, y durante unos años, esta vivienda, ocupó un centro de estética montado y dirigido por Martina Baz Oliva (propietaria de la casa) y Angelita Moreno (mujer de Heraclio Pombo), que supuso una innovación en el sector en Zarza.
Tras ello, la vivienda fue ocupada en arriendo cuando se casaron Paula Montero Núñez y Celestino Rosco Martín, (Pauli hasta casarse vivía al lado, con sus padres). Posteriormente, en enero de 1990, Andrés Bofill Sancho le compra la casa a Martina Baz Oliva y tras una gran reforma, la casa se convierte en el domicilio familiar en Zarza de Andrés, su mujer Manoli y su hija María Emilia.
Cuántas historias en el bar de “Masablanda”, y en los años gestionado por las familias Herrero-Pardo e Iglesias-Montero. Seguro que fueron momentos felices, al amparo y cobijo de la parroquial de San Andrés.
Cuántos zarceños y también portugueses pasaron por allí, un lugar y un bar referente en Zarza en un periodo de los últimos cincuenta años del siglo XX.


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