Hay mapas que no dibujan carreteras, sino historias. Y desde este mes, el mapa de la memoria judía en la península tiene una nueva parada obligatoria en la frontera extremeña. Valencia de Alcántara se ha convertido, por derecho propio, en nuevo miembro de la Red de Juderías de España – Caminos de Sefarad.

Esta incorporación no es un simple trámite administrativo, sino la culminación de un esfuerzo colectivo que se selló el pasado 2 de diciembre en Madrid. Allí, en el Centro Sefarad-Israel, una delegación encabezada por el alcalde Alberto Piris defendió con éxito la candidatura del municipio.

¿Qué significa esto para el pueblo?

Entrar en esta red es jugar en las grandes ligas del turismo cultural. Supone un reconocimiento oficial al valor incalculable de su Barrio Gótico-Judío, un laberinto de calles que ha sabido guardar el eco de sus antiguos habitantes a través de los siglos. Pero el éxito no llegó solo: la defensa técnica contó con varios respaldos de peso, entre ellos el del catedrático emérito de la Universidad de Évora, Jorge de Oliveira, cuyo aval científico fue la pieza clave para convencer al comité de evaluación.

Un puente hacia el pasado… y hacia Portugal

Más allá del sello de calidad, esta adhesión abre una puerta gigante al futuro. Al integrarse en los «Caminos de Sefarad», la localidad refuerza su papel como nexo transfronterizo, conectando la historia compartida entre España y Portugal. A partir de ahora, se abren nuevas oportunidades de cooperación turística y educativa con otras ciudades que, como Valencia de Alcántara, han decidido que su pasado sea el mejor motor de su futuro.

¡Enhorabuena a todos los vecinos! Vuestro legado ya es patrimonio de todos.