Francisco Rivero

Cronista oficial de Las Brozas e Hinojal

A finales de septiembre se celebró en la que fuera capital del imperio inca, la ciudad de Cuzco, Perú, el congreso mundial del Skal, la asociación internacional de altos profesionales del sector turístico, en el que participan más de 300 profesionales llegados de todas las partes del mundo.

El acto oficial de apertura del congreso se celebró en los jardines de la Coricancha, que fuera el templo más importante del imperio inca, algo así como nuestro Vaticano católico. Abrió el acto inaugural la presidenta del Skal Cuzco, María del Pilar Salas, así como el alcalde de la ciudad cuzqueña, Luis Pantoja; el director de promoción de Turismo, Alfredo Fortes; la directora de Promperu, María del Sol Velásquez y cerró la presidenta del Skal Internacional, la australiana Denise Scrafton.

El viajero ha pasado por diversos lugares de Perú desde Lima, donde se hizo el hermanamiento oficial, entre Skal Lima y Skal Madrid. El acta la firmaron el presidente de Skal Lima, Jorge Jochamowitz y un servidor, como presidente de honor de Skal de Madrid. Fue todo un éxito, por el número de asistentes en el hotel limeño Nhow, y la presencia de diversas autoridades nacionales.

Por la tarde de ese día impartí una conferencia en la Cámara de Comercio de Lima sobre “La importancia de la comunicación. El acto estuvo organizado por la presidenta del Gremio de Turismo de la institución, Marienela Mendoza, buena amiga y excelente profesional de sector, con asistencia de la segunda vicepresidenta Gabriela Florini, esposa del presidente del sector de la gastronomía el chef Adolfo Perret, de los restaurantes Punto y Sal, pero que estaban ya cerrados, por lo que disfruté posteriormente, en otro restaurante de una rica cena de cocina peruano/japonesa.

Después fueron días de visitas turísticas, especialmente al centro de la ciudad de Lima, destacando las fotos ante la estatua del conquistador del imperio inca el extremeño Francisco Pizarro. También puedo presumir que, en plena misa, en la catedra de Lima, conseguí que me dejaran fotografiar la tumba de este personaje.

El día siguiente estuvo dedicado en la embajada de El Salvador en Perú, un servidor fue nombrado socio de honor de ACUPESAL, la Asociación Cultural Perú – El Salvador, en presencia del embajador salvadoreño Pablo Caballero.

Los días siguientes, el viajero pasó por lugares tan atrayentes como la ciudad de Cuzco, un laboratorio agrícola del mundo inca, la zona arqueológica de Moray y posteriormente a las interesantes salineras de Mora, muy cerca de la ciudad de Urubamba, en el Valle Sagrado de los incas. Para concluir durante una jornada completa en Machu Picchu, con doble ·ce”, que es como lo pronunciaban en la lengua quechua.

Fueron días tan interesantes que habrá que escribir más de una crónica sobre estas interesantes jornadas peruanas.