Cronista Oficial de Montijo y Lobón
Lo escribí y publiqué en noviembre de 2008, hace diecisiete años. Una fiesta antigua y hermosa que tiene por protagonista el fuego. Dicen los mayores del lugar de la Nava de Santiago (Badajoz), que siempre han escuchado hablar de la fiesta de la lumbre, que la oyeron contar a sus antepasados y éstos a los suyos. Y dicen que siempre escucharon decir que esta fiesta eran cosas de los “quintos del pueblo”.
Los quintos, días antes de nochebuena, al dejar por las noches a las novias, emprendían la tarea de coger una carro e ir por los caminos en busca de las tronconeras, procurando así el suministro de leña. Poco a poco, lo que comenzaba con unos cuantos leños, iba después tomando cuerpo, siendo el montón de leña cada vez más grande.
La fiesta de la lumbre, la hoguera de los quintos, es una tradición que entronca con los antiguos rituales prerromanos de la celebración del solsticio de invierno, en el que se encendían hogueras, simbolizando que el sol, a partir de ese momento, volvía a nacer; tenía más fuerza al comenzar los días a ser más largos. La fiesta de la lumbre también enlaza con los antiguos ritos de iniciación de la mayoría de edad: los quintos.
El encendido de la lumbre se produce a la caída de la tarde, tras la puesta de sol, horas antes de la cena de nochebuena, desde los más pequeños hasta los mayores, todos acuden a la Plaza. En un ambiente festivo, de unión de todo el pueblo, de todos los naveños, que la vive y goza con sentido de comunidad, manteniendo así un legado de cuantos les han precedido. Alrededor de la lumbre los vecinos se desean lo mejor y se felicitan la llegada de la Navidad.
La Fiesta de la Lumbre de la Nava de Santiago, guarda similitud a la fiesta del “Tuero” que se celebra en Aldea del Cano (Cáceres).

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