por Manuel García Cienfuegos | Dic 5, 2025 | Noticias
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
Integrantes de este curso visitaron, acompañados por Manuel García Cienfuegos, Cronista Oficial de Montijo y Lobón, la “Casa-Museo de la Agricultura, Espacio Cultural Comunidad de Labradores de Montijo. Colección Museográfica, Antonia Gómez Quintana”. La Comunidad de Labradores se fundó en 1902, la segunda en hacerlo de la provincia de Badajoz. La Casa se construyó en 1917-1919, siguiendo el proyecto de Antonio del Viejo Barrena y Cristóbal Sánchez García.
Los alumnos recorrieron los diferentes espacios: Sala de Exposición Permanente ‘Los Aperos’. Sala de Exposición Temporal ‘La Cosecha’. Sala de Conferencias ‘Regadío’, con el cuadro ‘La vuelta al trabajo’ del pintor Adelardo Covarsí (Badajoz 1885-1951). Las piezas que se conservan de la imprenta Freinet. También conocieron las técnicas que esta corriente pedagógica realizó en los entonces dos grupos escolares: Giner de los Ríos y 14 de abril. Así como la confección de los periódicos escolares: Floreal y Alborada. Gabinete de Lectura Julio García Pérez. Vieron las fotografías y cartelería sobre monumentos civiles y religiosos de Montijo y la villa romana de Torre Águila, junto con la maquinaria y esfera del antiguo reloj de la torre de la iglesia de San Pedro Apóstol.
por Manuel García Cienfuegos | Dic 2, 2025 | Artículos
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
Dicen que cada estación aparece por un sitio distinto. Aseguran que el invierno lo hace llegando desde la parte norte, cuando el sol no se siente congestionado por el crepúsculo y los días muestran su tibieza bajo las lágrimas de un manto cuajado de niebla, pretendiendo con ello impedirnos ver el color celeste inmaculado de los cielos de estos días de diciembre.
Está todo a punto. El frio aprieta y el vareo trabaja. Por la resolana de los días llegan los manantiales de la molienda. La aceituna se desangra en un parto generoso para traernos su gloria líquida. Machado, triturado, capachos, alpechín, almazaras y molinos.
Está aquí, llega, la muy antigua, ilustre, venerable, madre y patrona de nuestra dieta, preservadora de nuestro organismo, maestra y virgen de nuestra cocina. Seas bienvenida, aceite. Elaborada en las antiguas almazaras, viejos lagares y molinos de aceite, que oficiaban en la Rinconá de Pozo Nuevo, calle Valdelacalzada, Puerta del Sol y Reyes Católicos, bajo el nombre de Ntra. Señora del Carmen que dio nombre a la actual urbanización El Molino.
Con diciembre evoco aquellos días en los que flotaba en el aire el aroma que llegaba del comercio de Juan Reyes, en el Barrio de la Pringue, a tripa y pimienta para los avíos de la matanza. Evoco los afanes de artesas, emburridores, baños, cuerdas, trébedes, embudos y picas. Las migas a primera hora de la mañana, hechas con pan del día anterior, mojado y reposado. Café y copa de anís.
La matanza del cerdo, antiguamente comenzaba a últimos de noviembre, por Santa Catalina de Alejandría y el apóstol San Andrés. Y de matanza a matanza se consumían los días de diciembre y la cuesta de enero, terminando los sacrificios por las Candelas, a comienzos de febrero. La matanza constituía un rito y el sacrificio requería valentía y oficio. Hay una buena nómina de profesionales matarifes. Destaco a Luciano Cerezo, Eduardo Cordero, Juan Redondo, Alfonso Díaz, su hermano Juan y Paco Ruíz, conocido cariñosamente como el vaquero; Miguel del Viejo, dueño del Estillero, que sacrificaba los guarros para Agustín Rodas Bautista. Aunque me quedo en la jurisdicción de mi memoria con Pedro Martínez Serrano, excelente maestro carnicero y mejor persona.
Junto a los matarifes no olvido el trabajo de las matanceras Catalina Mela, Josefa Barril y Tomasa Rodríguez Gutiérrez, entre otras muchas. Bien temprano se oía el gruñido del animal que atrapado por el gancho era aupado al Gólgota de la mesa del sacrificio. El ancho cuchillo matancero penetraba en la papada y un caudal de sangre caía en el barreño, que con el removido e ingredientes todo acababa en mondongo. El fuego de la albolaga iniciaba el chamuscado y raspado. Las ollas puestas a hervir. La prueba se enviaba para que la reconociese el veterinario. Luego el despiece, separando el magro de la grasa. Se lavaban las tripas. De rodillas en las artesas la masa para chorizos y morcillas era removida y agitada sin descanso. Luego el llenado para el embutido.
En esas faenas los muchachos, espectadores de excepción, solicitaban como triunfo el rabo del guarro y la vejiga para la boca de un cántaro hecho zambomba. La fiesta de la matanza era de alborozo y excusa para no ir a la escuela. Cuando pasaba lista el maestro o veían una falta, el resto de la clase justificaba la ausencia: “Maestro, está de matanza”. El gozo llegaba con la prueba hecha en la sartén y la careta asada, corriendo entonces de vaso en vaso la jarra de vino. Con lentitud y parsimonia se iba colgando el producto que las matanceras habían cortado y atado, obra hecha con artesanía. Y allí, arriba quedará quieto, inmóvil, hasta que la última gota grasa roja proclame el final del oreo. En la calle se oía la ronda de algún villancico “Esta noche es nochebuena y mañana Navidad”. Benditos sean aquellos días matanceros que traen ahora estos recuerdos en el mes de diciembre.
por Manuel García Cienfuegos | Dic 1, 2025 | Artículos
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
Me gusta la Navidad, la Navidad antigua, la de siempre, la de belenes y villancicos, la de las felicitaciones y lotería escuchada por la radio. Aunque antes rimaba mejor la peseta que ahora el euro en las voces de los niños del colegio de San Ildefonso. Digo peseta, no antiguas pesetas, que algunos se empeñan con ese enunciado. La peseta ni es antigua ni es moderna, es peseta y ya está.
Me gusta la Navidad -no las navidades- de los nacimientos con montes de corcho y musgo. Con figuritas de pastores y papel de plata simulando un río lleno de peces al que acuden las lavanderas. La Navidad del turrón, los alfajores, la de los aguinaldos, los polvorones, mantecados y la de las otras figuritas, las de mazapán. La Navidad de pueblo, de familia e infancia. La Navidad de memoria clara, alrededor de la aparición de un niño, que simboliza a todos los niños.
Decir Navidad es evocar la memoria de mi infancia que recorre de arriba abajo los espacios del recuerdo de aquellos días, de esta mi generación, que tanto castigó diciembre las manos por las secuelas de aquellos sabañones, bajo un frío que curtía y helaba la piel de nuestras piernas expuestas a la intemperie ante el desamparo causado por unos pantalones cortos.
No quiero ni puedo renunciar a la herencia de siglos de esta fiesta alborozada que celebra el momento en el que comenzó, allá en Belén, la experiencia de amor, generosidad y entrega que nos ha enseñado el código moral en el que nos reconocemos más plenos y más libres, participando en un rito colectivo que funde lo mejor de lo que somos y, sobre todo, de lo que hemos sido capaces de ser.
La Navidad compartida con la familia, con los nuestros, en la cena de la Nochebuena y en la comida del día de Navidad. Navidad bajo el olor intenso a matanza, a tripa y especias. Navidad bajo la niebla que sale para hacerse incienso difuminado de Pascua. Navidad del pavo que espera ser sacrificado. La de los petardos atronadores desprendiendo olor a pólvora, metiendo el susto en el cuerpo. La de las estrellas de purpurina que fijan su mirada hacia Oriente.
Nacimiento y manifestación, que nos provoca una leve sonrisa en el recuerdo de las heladas sufridas por aquel gallo hermoso, no el de la pasión, no el que avisó a san Pedro para que echase unas lágrimas, ese no, este otro, firme, fuerte, estirado, serio -como un buen gallo de corral- con aguzados espolones, encaramado en lo alto del chozo que cubría la fuente de granito, gris, sosa y simplona de la inmerecida Plaza de España que desacertadamente nos hicieron, proclamándonos, con su ferviente y claro quiquiriquí, que el niño Dios nace a eso de la media noche.
Llegado ese tiempo emprendíamos veloz carrera para buscar una ronda con sonido de guitarra y olor a aguardiente. Porque allí entre las chinas y los rollos, comadres, suegras, cuñadas, muchachos y muchachas; hombres viejos, nuevos y pimpollos. Allí, en la calle de Arriba, todos cantaban bajo el compás del sonido ronco, áspero, rudo y grave de una zambomba. Sacaban mantones de seda y abrían las puertas de sus casas importándoles muy poco que el pellejo de aquella zambomba se rompiera por la inmensa alegría de quien nace, llega y trae tantas esperanzas. Para que dentro de poco el silencio nos traiga una cruz de plata de miércoles santo, que nos diga que el niño se ha hecho hombre y nazareno, y que apenas sin fuerzas, sube la cuesta de esa calle haciendo la ronda de su pasión hacia el Gólgota, recordándonos con su mirada que una madrugada transparente y fría, allá por diciembre, quiso hacerse carne habitando desde entonces entre nosotros.
(De mi libro “Los quehaceres y los días. Montijo en la memoria”)
por Manuel García Cienfuegos | Nov 30, 2025 | Noticias
El pasado viernes, en Ciudad de México, tuvo lugar la solemne ceremonia de ingreso de tres nuevos académicos a la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), institución centenaria patrocinada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fundada en 1925 con el propósito de promover la investigación histórica, geográfica y cultural al servicio de la humanidad.
Los nuevos miembros son Nery Santos Gómez, escritora hispanoamericana y columnista de este Diario, con su reconocida columna “Fronteras desdibujadas”; Ridha Mami, destacado hispanista árabe proveniente de Túnez y catedrático de la universidad de la Manouba e Hilario Jiménez Gómez, profesor e investigador originario de Montánchez (Cáceres), cuya labor académica ha contribuido notablemente a la divulgación histórica en España.
La ceremonia estuvo presidida por la Dra. Eleonora Elizabeth Rembis Rubio, presidente de la Academia, quien subrayó el compromiso humanista y la proyección internacional de la ANHG, al cumplir un siglo de existencia. El ingreso de los nuevos académicos fue apadrinado por Beatriz Saavedra Gastélum, poeta mexicana y académica, columnista de este Diario, con su espacio “Poéticas de la inteligencia”, reconocida por su defensa del patrimonio literario latinoamericano, su trabajo en la Capilla Alfonsina y su liderazgo en el Museo de la mujer, el Ateneo Español de México y otras instituciones. Y Basilio Rodríguez Cañada, poeta, escritor, académico, editor y presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión, uno de los proyectos culturales más influyentes de este tiempo.
Durante el acto, celebrado en la sede histórica de la ANHG, se destacó el valor del intercambio intelectual que une a México, España y múltiples naciones del mundo a través de la literatura, la investigación y las humanidades. Las conferencias de ingreso de Nery Santos Gómez —“Cuando la muerte ilumina la vida: últimas palabras como legado, símbolo y memoria en la tradición hispanoamericana y mexicana”, la de Hilario Jiménez Gómez “La escritura de Antonio Machado desde su experiencia biográfica y su espiritualidad poética” y la de Ridha Mami titulada: “El corrido mexicano y la épica árabe”, marcaron un cálido ambiente académico y un alto nivel de participación internacional. Enhorabuena. (Fuente El Diario Madrid).
HILARIO JIMÉNEZ GÓMEZ (Montánchez, Cáceres, 1974) es Licenciado con Grado en Filología Hispánica y profesor de Lengua castellana y Literatura. Se ha especializado en la vanguardia, los autores del 27 y la poesía española contemporánea, publicando diversos artículos, ensayos y ediciones críticas sobre Antonio Machado, Federico García Lorca, Rafael Alberti, María Teresa León, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Juan Antonio Gaya Nuño, Félix Grande o Concha de Marco, entre otros. También se ha acercado a la creación poética con varios poemarios y textos sueltos aparecidos en revistas literarias y publicaciones colectivas. Es el Cronista Oficial de la Antigua y Leal Villa de Montánchez, su pueblo natal sobre el que ha escrito algunos libros interesantes.
OBRA PUBLICADA.
Literatura: Lorca y Alberti, dos poetas en un espejo (Cáceres, Diputación Provincial, 2001). Lorca y Alberti, dos poetas en un espejo (Madrid, Biblioteca Nueva, 2003). Alberti y García Lorca, la difícil compañía (Sevilla, Renacimiento, 2009). Juan Antonio Gaya Nuño y Rafael Alberti, entre la firmeza y el vuelo (Soria, Diputación Provincial, 2016).
Historia: Historia de Montánchez. Desde sus orígenes hasta el siglo XXI (Cáceres, Diputación Provincial / Ayuntamiento de Montánchez, 2008). Montánchez: otro tiempo, otras gentes (Londres, Amberley, 2009).Ángel Pérez Murillo, montanchego y mártir (Cáceres, Ayuntamiento de Montánchez, 2014).
Ediciones: Pablo Neruda, un corazón que se desató en el viento (Cáceres, Diputación Provincial / Fundación Pablo Neruda, 2005). Félix Grande: Una grieta por donde entra la nieve (Sevilla, Renacimiento, 2006). Concha de Marco: Celda de castigo (Soria, Ayuntamiento de Soria, 2016). Medio pan y un libro. Breve antología poética de autores cacereños (Cáceres, Diputación Provincial, 2016). Concha de Marco: Y es noche siempre (Sevilla, Renacimiento, 2017).
POESÍA: En un triángulo de ausencias (Cáceres, Diputación Provincial, 2003). Versos color naranja (Cáceres, Diputación Provincial, 2003). Delirio in extremis de un aguador con sed (Mérida, Consejería de Fomento / Junta de Extremadura, 2004). Diario de un abrazo (Cáceres, EAC, 2008). Hoy es siempre todavía (Cáceres, Copegraf, 2012). Edición del autor. Antología (im)personal (Madrid, Ayuntamiento de Alcobendas, 2015). De la noche a los espejos (Madrid, Vitrubio, 2015). El coleccionista de inviernos (Madrid, Playa de Ákaba, 2016). Aqva (Cáceres, Norbanova, 2017).
POESÍA EN LIBROS COLECTIVOS: VV. AA.: Cuatro poetas en un tobogán (Villanueva de la Serena, Littera Libros, 2006). Teresiano Rodríguez y Santiago Castelo, eds.: Encuentro en Guadalupe (Mérida, Junta de Extremadura, 2008). Alejandro Pedregosa, ed.: Corazón de casa (Granada, Ayuntamiento de Peligros, 2009). Manuel Simón Viola, ed.: Escarcha y fuego (Badajoz, Diputación Provincial, 2010). José Luis Bernal, ed.: Letras para crecer (Cáceres, Norvanova, 2013). José Luis Bernal, ed.: Nuevas letras para crecer (Cáceres, Norvanova, 2015). Medio pan y un libro. Breve antología poética de autores cacereños (Cáceres, Diputación Provincial, 2016). Noemí Trujillo, ed.: Generación Subway. Nada es lo que parece (Madrid, Playa de Ákaba, 2016).
DIARIOS: Exprimiendolimonesdemadrugada (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2013)
(Fuente: Asociación de Escritores y Escrituras (AEEX)
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
por Manuel García Cienfuegos | Nov 28, 2025 | Noticias
Esta mañana he asistido a este Foro que ha organizado el Diario HOY en el Parador de Mérida. La reflexión sobre la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo jurídico, así como el derecho a la cultura, han centrado el foro ‘Constitución y Estatuto de Autonomía’. Acto que ha contado en su presentación con el director José Orantos, que cedió la palabra a la consejera de Hacienda y Administración Pública, Elena Manzano, que ha defendido como algo fundamental, en el momento actual, que hay que ensalzar la Constitución, en cuyo artículo primero propugna como valores superiores de todo el ordenamiento jurídico, como la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político.
En el coloquio han intervenido cuatro generaciones de escritores extremeños: Jesús Sánchez Adalid, Manuel Pecellín, Elena Álvarez y Álvaro Valverde. A ellos les fue propuesto por el moderador Gabriel Moreno, profesor de Derecho Constitucional y vicedecano de la Facultad de Derecho de la UEx, dos grandes ejes: valoración sobre los avances y carencias que España y Extremadura han experimentado en casi cincuenta años de democracia, con una intervención de cada ponente. Siendo el segundo, y eje final el derecho de acceso a la cultura, reconocido tanto en el artículo 44 de la Constitución como en el artículo 7 del Estatuto de Autonomía de Extremadura.
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
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