Por Francisco Rivero

Tras pasar unos días de Navidad por la villa cacereña de Las Brozas, he recogido un libro de mi biblioteca titulado “Garrovillas de Alconétar 1930-1940 (la República y la Guerra Civil”, de Teófilo Domínguez Declara editado en 1991 por el periódico “Alconétar de Garrovillas” y prolongado por mi buen amigo el periodista y académico de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, José Julián Barriga, quien me ha dicho que el autor acaba de fallecer hace poco tiempo.

Este libro lo compré en el año 2009 con motivo de unas jornadas históricas que se celebran periódicamente en Garrovillas, y su autor me lo dedicó el 23 de mayo de 2009 con las siguientes palabras: “Al amigo Francisco Rivero Domínguez con lejano origen garrovillano, con todo cariño y con el deseo de que conozca lo que fue un período difícil en toda España”.

Teófilo fue un autodidacta que investigó en profundidad sobre su pueblo natal, y aunque emigrante en Cataluña escribió varias obras sobre Garrovillas, entre las que cabe citar a “Garrovillas de Alconétar 1940 – 1960”, publicado en 1983 y Alconétar: relación de algunas alimañas y rapaces capturadas en Garrovillas: 1926-1938., editado cuatro años más tarde.

Y el libro estudia en profundidad la labor realizada por el Ayuntamiento de Garrovillas, concretamente en el año de 1933 cuando se aprobó un presupuesto extraordinario de 25.000 pesetas para remediar, en la medida de lo posible, el paro en el pueblo y así construir la carretera hacia Alcántara, según se refleja en el acta municipal del 2 de julio de 1933. Catorce días más tarde los propietarios de las fincas por las que iba a pasar la carretera se opusieron aduciendo que el dinero para el presupuesto iba a salir del que facilitara la asociación de propietarios “La Protectora”. En el Ayuntamiento ganan los concejales que se oponen a su construcción, por lo que el proyecto no se lleva a cabo.

Por eso se propone que el dinero se empleara para crear puestos de trabajo y se invirtiera en el camino hacia Hinojal, “cuyo proyecto estaba más atrasado y para lo cual se nombró una comisión el 16 de julio”. Siete días más tarde la sociedad obrera “La Unión” envía un escrito al Ayuntamiento pidiendo que se tramite esta acción con la máxima celeridad, ya que hay que dar trabajo a los parados.

La corporación aprueba ese presupuesto para emplearlo en el Camino de Hinojal… pero la cosa no termina aquí. La derecha, encabezada por La Asociación de Propietarios, presenta un escrito al Ayuntamiento y deciden volver a votar, perdiéndose así el presupuesto por el apoyo de un concejal republicano, Argimiro Díaz Collazos.

Al final yo no sé si el camino a Hinojal se arregló o no en esos años, pues el autor del libro no lo indica. Supongo que con el tiempo se haría. De esta manera, Garrovillas, estaría comunicada por el este con Hinojal; por el oeste por la carretera que conduce a Alcántara tras pasar por Mata y al sur está Navas del Madroño… Habrá que estudiar este tema con mayor profundidad.