Obreros, ¿ciudadanos de segunda?

Obreros, ¿ciudadanos de segunda?

A lo largo de mis años como cronista de Valdelacalzada siempre he escuchado a alguna persona preguntar: ¿y por qué de los obreros no se habla?

Piensan que la historia los ha marginado de la misma forma que los marginó el Instituto Nacional de Colonización. Todo esto porque ellos, tal vez por desconocimiento, no se sienten incluidos en el vocablo colono/a (persona que coloniza un territorio o habita en una colonia) y, por otra parte, si difícil fue conseguir el lote para los colonos, más aún lo fue para ellos. De hecho, algunos jamás lo consiguieron como me contaba un vecino la semana pasada refiriéndose a su madre viuda con dos hijos y que tras solicitarlo tres veces nunca obtuvo respuesta.

En la Circular número 337 sobre la adjudicación de viviendas y huertos familiares para obreros en los pueblos del INC se dice lo siguiente: “Tan importante como la designación de colonos en las zonas objeto de actuación de este Instituto es la de obreros agrícolas con huerto familiar que van a ocupar las viviendas que a este efecto se construyan en los nuevos pueblos”. Se considera en la circular que los huertos familiares permanecerán indisolublemente unidos a las viviendas correspondientes. De la misma manera se recoge que la adjudicación se efectuará a las entidades municipales. Por tanto, las adjudicaciones de viviendas de obreros y huertos familiares, no se hacían de manera definitiva como los lotes de los colonos.

En esta misma circular se establecen los requisitos necesarios para acceder a una vivienda de obrero:

-Tener una edad comprendida entre veintitrés y cincuenta años.

-Ser casado con hijos.

-Estar entre obreros fijos o eventuales que residan en el área de influencia del poblado (chozos o residencias similares)

– Haber sido cultivadores de tierras expropiadas.

– Ser obreros de los términos municipales afectados por los nuevos pueblos.

En el Proyecto de viviendas de obreros agrícolas para Valdelacalzada realizado por el arquitecto Miguel Herrero Urgel y el aparejador Fernando Salazar Mora en marzo de 1955 se habla de las normas recibidas por la Dirección General del Instituto Nacional de Colonización para que se redacte con urgencia un proyecto para la construcción de viviendas de obreros. En dicho proyecto se contempla la construcción de dos tipos de viviendas, una de planta baja y otra de dos plantas. Tanto una como otra disponen de cocina comedor, tres habitaciones, servicio y despensa. En la de tipo II de planta alta se añade además una terraza cubierta. Las de una planta dispondrán de 45 metros cuadrados de edificación y 65 de patio, las de dos plantas tendrán 65 metros cuadrados tanto la vivienda como el patio, según la circular 300 de 1953.En concurso restringido las obras se conceden a la empresa José María Padró. S A según vemos en el boletín del estado:

BOE 163 del 12 de junio de 1955

Como resultado del concurso restringido convocado en 25 de abril de 1955 para las obras de «Construcción de 100 viviendas de obreros agrícolas en el nuevo pueblo de Valdelacalzada», en la zona regable de Montijo (primera parte) (Badajoz). cuyo presupuesto de contrata asciende a cinco millones quinientas ocho mil trescientas siete pesetas con cincuenta y un céntimos (5 508.307.51 ptas.), con fecha 3 del corriente la Dirección General de Colonización ha resuelto adjudicar dichas obras a José María Padró. S A., en la cantidad de cuatro millones ochocientas veintiocho mil treinta y una pesetas con cincuenta y cuatro céntimos (4 828.031.54 pesetas), con una baja que supone el 12.35 por 100 de) presupuesto antes indicado, y en el plazo de ejecución de ocho meses.

Las cosas no fueron bien, la empresa comienza a incumplir sus obligaciones. Los trabajadores, muchos de ellos adjudicatarios de las viviendas no recibían sus jornales y finalmente las obras se pararon.

La Dirección General del INC con fecha 3 de abril de 1957 por oficio 9373 acuerda rescindir el contrato a la empresa José María Padró SA para la construcción de las 100 viviendas de obreros agrícolas en Valdelacalzada y después de varios intentos para proceder a la liquidación conjunta de esta obra por medición de las dos partes de la obra ejecutada, lo que no se pudo lograr por incomparecencia de personas debidamente autorizadas por dicha Empresa, el Instituto puso en conocimiento del Gobernador Civil de la provincia de acuerdo con los artículos pertinentes del Pliego de Condiciones para la contratación de Obras Públicas, que nombró al arquitecto Luis Morcillo Villar con fecha 14 de julio de 1959, para que procediese a la medición de las obras ejecutadas por la Empresa rescindida. Lo que dicho técnico hizo así y presentó al Gobernador en mediciones visadas por el Colegio Oficial de Arquitectos el 3 de octubre de 1960 y basadas en dichas mediciones se presenta la liquidación.

Durante estos años algunas familias entraron a vivir en las casas sin finalizar, muchas de ellas sin ventanas y puertas.

Al mismo tiempo, en junio de 1957 se presenta el Proyecto reformado y de ampliación de 100 huertos para obreros agrícolas, coto escolar y huerto parroquial en Valdelacalzada siendo autor el ingeniero agrónomo Alejandro Martín, Martín y el perito agrícola, Casto Ríos Castillo.

El proyecto contempla la construcción de redes, acequias y caminos con una superficie cada huerto de 0-53-29 hectáreas.

Finalmente, el INC vuelve a sacar a concurso la terminación de las viviendas de obreros como así aparece en el BOE número 74 del 28 de marzo de 1961. Ministerio de Agricultura

‘RESOLUCION del Instituto Nacional de Colonización por la que se adjudica las obras de «Terminación de las de viviendas de obreros agrícolas en el pueblo de Valdelacalzada, en la zona regable de Montijo, primera parte (Badajoz). Como resultado del concurso restringido, convocado en 23 del febrero de 1961, para las obras de «Terminación de las 100 viviendas ·de obreros agrícolas en el pueblo de Valdelacalzada, en la zona regable de Montijo, primera parte (Badajoz), cuyo presupuesto de contrata asciende a un millón quinientas veintidós mil setecientas cuarenta y cinco pesetas con setenta y cuatro céntimos (1.522.745,74 pesetas), en el día de hoy, esta Dirección General ha adjudicado dichas obras a don Ricardo Gómez Sabaté, en la cantidad de un millón doscientas cuarenta y ocho mil seiscientas treinta y una pesetas con ocho céntimos ( 1.248.631,08 pesetas), con una baja que supone el 18,001341 por 100 del presupuesto antes indicado.

Una vez terminadas las viviendas, el Instituto Nacional de Colonización vuelve a adjudicar las casas ocurriendo el hecho de que hubo que cambiarse de vivienda ya que algunas familias se habían instalado en las que no les correspondía.

En los Planes de Explotación aparecen los nombres de los adjudicatarios. En los primeros tiempos encontramos el nombre del farmacéutico, hasta la concesión de farmacia, y de trabajadores de Colonización que luego se marcharon o adquirieron parcela. Lo cierto es que según el testimonio de algunos afectados hasta la década de los 80 no se consiguió el acceso a la propiedad que fue gestionado desde la Entidad Local Menor.

La labor que desarrollaron estos obreros fue fundamental para el crecimiento y desarrollo de Valdelacalzada. Muchos fueron tractoristas, guardas, o trabajadores del Instituto Nacional de Colonización, otros trabajadores que vinieron por su cuenta a trabajar, bien en la construcción, bien en los cortijos de la zona. Por tanto, el proceso de selección fue muy diferente al que se realizó en el caso de los colonos.

Las viviendas eran pequeñas, aunque las familias fueran muy numerosas, como lo eran en aquellos años. Tenían un patio al que no había acceso. En la actualidad estas viviendas están siendo compradas por la segunda generación de inmigrantes, estos llegados de otros países y que se van asentando definitivamente en la población.

FUENTES:

Circulares 300 y 337 del INC. Centro de Estudios Agrarios. Consejería de Agricultura.

Proyectos de viviendas de obreros agrícolas y de huerto familiares. CEA. Consejería de Agricultura.

Testimonios de familias.

Emilia Ramos Silva. Cronista Oficial de Valdelacalzada

FESTIVIDAD DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA. 19 DE OCTUBRE. COPATRÓN DE EXTREMADURA

FESTIVIDAD DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA. 19 DE OCTUBRE. COPATRÓN DE EXTREMADURA

Nacido en Alcántara (Cáceres) en 1499, en el seno de una familia noble. Juan de Garavito (nombre de pila) en su más temprana juventud sintió fuertemente la llamada vocacional en la Orden Franciscana. Abandonó sus estudios en Salamanca en 1515 e ingresó en el monasterio de San Pedro de Majarretes, donde al tomar los hábitos tomó el nombre de Pedro. De carácter humilde, encontró su camino espiritual en la vida monástica más austera y sencilla, predicando la humildad como un camino inquebrantable para conseguir todos los parabienes celestiales y alcanzar la vida eterna. Conoció a Santa Teresa de Jesús, trabando una sincera amistad y convirtiéndose a su consejero más allegado, animándola a emprender la dura tarea de reformar la Orden del Carmelo y ayudándola con la creación de diversos monasterios Descalzos. De hecho, Santa Teresa se convirtió en la primera escritora en relatar una biografía de San Pedro de Alcántara.

Su fama se extendió por toda Extremadura e incluso llegó hasta la Corte, solicitándole el Emperador Carlos V que fuese su confesor durante su retiro en el Monasterio de Yuste, honor que la humildad de Pedro de Alcántara declinó.

San Pedro de Alcántara fundó, entre otros, el convento de El Palancar (Pedroso de Acim, Cáceres), protagonizó la reforma de la observancia de los llamados franciscanos alcantarinos. En el cercano convento de San Isidro de Loriana y vinculado a la historia de Montijo se celebraron los definitorios provinciales de 1557 y 1559, siendo elegido San Pedro de Alcántara, Comisario Provincial.

Murió austeramente entre sus hermanos dando a gracias al Creador, el 18 de octubre de 1562 en Arenas de San Pedro (Ávila). Fue canonizado en 1669 por Clemente IX. En 1675 fue nombrado patrón de la diócesis de Coria (hoy Coria-Cáceres). El Papa Juan XXIII declaró el 22 de febrero de 1962 a San Pedro de Alcántara patrono principal de la región, junto a la Virgen de Guadalupe, por su breve “Commune patrae solum”, celebrándose su festividad el 19 de octubre.

Fue la Diputación Provincial de Cáceres la que, a mediados del siglo XX, promovió erigir una estatua pública en honor al santo. El encargo recayó en Enrique Pérez Comendador (Hervás,1900-Madrid,1981), uno de los grandes escultores extremeños del siglo. El San Pedro cacereño, en la fachada exterior de la concatedral Santa María de Cáceres, es un bronce de unos 2,5 metros y 650 kilos, fundido en la casa Hermanos Codina (Madrid), a partir de un modelo previo tallado en cedro que hoy conserva el museo dedicado al escultor en Hervás, su localidad natal.

Pérez Comendador prestó a San Pedro de Alcántara su propio rostro y compuso el cuerpo siguiendo las descripciones clásicas del fraile asceta, que aprieta una cruz contra el pecho y tiene los ojos cerrados en una expresión que transmite una gran serenidad y recogimiento.

(Fotografía: Altar de San Pedro de Alcántara en el convento de El Palancar)

Manuel García Cienfuegos

Cronista Oficial de Montijo y Lobón

VIAJE AL PERÚ DEL MUNDO INCA

VIAJE AL PERÚ DEL MUNDO INCA

Francisco Rivero

Cronista oficial de Las Brozas e Hinojal

A finales de septiembre se celebró en la que fuera capital del imperio inca, la ciudad de Cuzco, Perú, el congreso mundial del Skal, la asociación internacional de altos profesionales del sector turístico, en el que participan más de 300 profesionales llegados de todas las partes del mundo.

El acto oficial de apertura del congreso se celebró en los jardines de la Coricancha, que fuera el templo más importante del imperio inca, algo así como nuestro Vaticano católico. Abrió el acto inaugural la presidenta del Skal Cuzco, María del Pilar Salas, así como el alcalde de la ciudad cuzqueña, Luis Pantoja; el director de promoción de Turismo, Alfredo Fortes; la directora de Promperu, María del Sol Velásquez y cerró la presidenta del Skal Internacional, la australiana Denise Scrafton.

El viajero ha pasado por diversos lugares de Perú desde Lima, donde se hizo el hermanamiento oficial, entre Skal Lima y Skal Madrid. El acta la firmaron el presidente de Skal Lima, Jorge Jochamowitz y un servidor, como presidente de honor de Skal de Madrid. Fue todo un éxito, por el número de asistentes en el hotel limeño Nhow, y la presencia de diversas autoridades nacionales.

Por la tarde de ese día impartí una conferencia en la Cámara de Comercio de Lima sobre “La importancia de la comunicación. El acto estuvo organizado por la presidenta del Gremio de Turismo de la institución, Marienela Mendoza, buena amiga y excelente profesional de sector, con asistencia de la segunda vicepresidenta Gabriela Florini, esposa del presidente del sector de la gastronomía el chef Adolfo Perret, de los restaurantes Punto y Sal, pero que estaban ya cerrados, por lo que disfruté posteriormente, en otro restaurante de una rica cena de cocina peruano/japonesa.

Después fueron días de visitas turísticas, especialmente al centro de la ciudad de Lima, destacando las fotos ante la estatua del conquistador del imperio inca el extremeño Francisco Pizarro. También puedo presumir que, en plena misa, en la catedra de Lima, conseguí que me dejaran fotografiar la tumba de este personaje.

El día siguiente estuvo dedicado en la embajada de El Salvador en Perú, un servidor fue nombrado socio de honor de ACUPESAL, la Asociación Cultural Perú – El Salvador, en presencia del embajador salvadoreño Pablo Caballero.

Los días siguientes, el viajero pasó por lugares tan atrayentes como la ciudad de Cuzco, un laboratorio agrícola del mundo inca, la zona arqueológica de Moray y posteriormente a las interesantes salineras de Mora, muy cerca de la ciudad de Urubamba, en el Valle Sagrado de los incas. Para concluir durante una jornada completa en Machu Picchu, con doble ·ce”, que es como lo pronunciaban en la lengua quechua.

Fueron días tan interesantes que habrá que escribir más de una crónica sobre estas interesantes jornadas peruanas.

BOLETÍN SEPTIEMBRE – NÚM. 96

BOLETÍN SEPTIEMBRE – NÚM. 96

Boletín de Investigación Histórico-Cultural

Este volumen presenta un abanico de rigurosos trabajos de investigación que abordan temas cruciales del 
patrimonio, la historia y el arte a cargo de los Cronistas oficiales de Extremadura.

Con contribuciones de José Antonio Ramos Rubio («Arte e Historia de las Fiestas Religiosas de Trujillo»), Fabián Lavado («Visita General del Obispo a la Villa de Zarza en 1818»), Mª del Carmen Calderón Berrocal y otros especialistas, el boletín ofrece una perspectiva multifacética:

  • Estudios artísticos y religiosos: Análisis iconográfico y litúrgico.
  • Archivística e Historia Social: Crónicas de visitas oficiales y actas históricas.
  • Biografías: Rescate de figuras históricas y culturales.
  • Patrimonio industrial y legado: Desde la minería hasta el teatro local.

 

UN HOSPITAL CONVERTIDO EN EL RESTAURANTE “SIGLO XV”

Por José Antonio Ramos Rubio

El solar del actual Restaurante “Siglo XV” de Trujillo, perteneció en el siglo XVI al Hospital del Espíritu Santo, ubicado en la actual calle Francisco Pizarro. En los padrones urbanos anterior es al año 1900 se llamaba esta calle del Espíritu Santo debido al hospital de este nombre que se construyó en el siglo XVI.

A lo largo del siglo XIX se cambió aquella denominación de calle del Espíritu Santo por la de Francisco Pizarro, cuando don José Montalvo Martín, hijo de don José Montalvo izquierdo, construyó la hilera de casas que empieza en la que era su morada y que la antigüedad perteneció a don Jacinto María del Saz Orozco, según los informes que se encuentran en el archivo del linaje de los Saz Orozco.

Apenas se entra en la calle, se ve a la derecha este edificio que sorprende por su arquitectura y por la reciedumbre de sus muros, una cúpula se conserva lo que fue iglesia, una amplia portada de Intel haga y el escudo de las armas de los Orellana. Es el edificio del que fue hospital del espíritu Santo, convertido y en mesón o restaurante y otras viviendas.

Encontramos datos importantes en el manuscrito de Esteban de tapia paredes, año 1586 a 1590, crónicas trujillana, donde dice literalmente: “Las armas de los Barrantes están puestas con las de los Orellana es sobre la puerta del Hospital del Espíritu Santo en señal de haber hecho el hospital dos de estos linajes”.

Pero no solamente los caballeros de dichas familias contribuyeron a la edificación de este centro benéfico, pues, el 11 marzo de 1591, el Consejo mandó librar 300 ducados en limosna al Hospital del Espíritu Santo para la obra, por facultad de Su Majestad.

En este hospital estaba la Cofradía del Espíritu Santo a la que únicamente podían pertenecer quienes gozasen de hidalguía. De ahí es que, en diversos expedientes de pruebas de nobleza, se recurría por el pretendiente a atestiguar era cofrade de la del Espíritu Santo. Sirva de ejemplo el expediente que se guarda en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, sobre las pruebas de nobleza para confirmar el derecho de ser caballero de Santiago, don Diego de Espinosa paredes, quien presentó, entre otras, ha de estar inscrito en la Cofradía del Espíritu Santo, pues en ella ingresaban exclusivamente caballeros importantes.

En este Hospital del Espíritu Santo fueron huéspedes durante algún tiempo los franciscanos observantes mientras se terminaban las obras necesarias en el edificio que fue su convento. El 12 julio 1753, don Bernardino Torrejón y Velasco, superintendente de rentas reales de Trujillo y de su tesorería y subdelegado para el establecimiento de la única contribución de ella y pueblos de su departamento, hizo el catastro de esta ciudad, tanto de bienes eclesiásticos como de personas y entidades seglares, el que se guarda en el Archivo Municipal. A la 30ª pregunta del largo interrogatorio, inquiriendo bienes, deponen los testigos que “ a y otro Hospital llamado Hospital del Espíritu Santo donde se cura el gálico”.

Don Clodoaldo Naranjo en su libro “Trujillo y su tierra”, edición de 1923, dice: “ de la nobleza levantó el Hospital del Espíritu Santo”. El dominico fray Felipe de Meneses escribió unas reglas con una exhortación a la caridad por todos conceptos notabilísimo as, que solucionaron los litigios nacidos de la condición de nobleza que habían de gozar quienes fueran admitidos, con exclusión de villanos. Refiere algunos detalles sobre servicios a pobres transeúntes y termina con estas palabras: “Entre las muchas mantas que hubo a favor del Hospital del Espíritu Santo, figura una de gran valor en el año 1588 hizo su testamento el noble caballero Fernando de Orellana, que constaba de los bienes y edades siguientes, una Dehesa, casa, corral y molino de Mordazo , tercera parte de la Dehesa Valzarzoso; tercera parte de la llamada de don Lucas; mitad de la Dehesa de Carrascalejos. En conjunto rentaban aquellos años 200.000 maravedíes, con lo cual el Hospital del Espíritu Santo venía a ser una fundación de las más ricas de Trujillo, agregándose a su muerte la casa propiedad de dicho señor, que fue la que hoy día es posada (actual restaurante siglo XV), todo con la condición de no poderse enajenar sino era a favor del Hospital”.

Por la condición de nobles pertenecientes a la Cofradía del espíritu Santo, fue esta hospital muy favorecido por personas muy ricas. Así por vía de ejemplo podemos leer en el testamento de don Juan Pizarro Carvajal, con fecha 1596, un legado de 50 ducados y seis camas al Hospital del Espíritu Santo, y en otro testamento de don Álvaro Altamirano, firmaron Trujillo el día 6 diciembre 1682, después de mandar que le entierre la Cofradía del espíritu Santo de los caballeros de esta ciudad, de la cual dice ser hermano, ordena que ha dicho Hospital del Espíritu Santo se le entreguen 50 ducados por una vez para ayuda a la cura de pobres que se curan en él. Por este testamento sabemos que el Hospital del Espíritu Santo tenía importantes tierras, pues en la relación minuciosa de bienes y el testador hace, dice literalmente: “Tengo asimismo la Dehesa de las cañadas de Orellana, término de esta ciudad, y lindan con las cañadas del Hospital del Espíritu Santo y con la Dehesa de doña Lira, Río malgasta y otros linderos, y es vinculada la quinta parte por mi bisabuela doña Isabel de Paredes”.

En malas condiciones quedó el edificio por las destrucciones de la invasión francesa. Los tristes acontecimientos nacionales que se sucedieron, no permitiendo su reedificación testimonio de ello son los siguientes acuerdos del Ayuntamiento: “El uno de julio de 1839, di cuenta, dice escribano, de un memorial de don Vicente Hernández solicitando la compra del edificio arruinado llamado Hospital del Espíritu Santo y se acuerda pase a informe de la junta de beneficencia de esta ciudad. La junta resolvió en sentido negativo. Cinco años más tarde algunos vecinos solicitan en venta, al menos partes, de este edificio, y así el escribano el 20 febrero 1824 da cuenta de dos memoriales de Manuel Román y Antonio carretero, de esta vecindad, solicitando Manuel Román, bien para casa o construir una Tahona, la bóveda que fue iglesia y sacristía del Hospital del Espíritu Santo, y Antonio carretero el corral o atrio de dicho edificio para la construcción de una casa, y se acuerda la Comisión para qué reconozcan el terreno solicitado a los señores Antonio Nevado, Pedro Macayo y Francisco Lozano”.

El Ayuntamiento, a pesar de este acuerdo, no resuelve en sentido favorable la petición de los vecinos, sino que espera a enajenar todo el inmueble en un solo acto, y para ello recaba la superior autorización, que consiguió, según reza el siguiente acuerdo del 6 julio 1849: “El Concejo tuvo conocimiento de un oficio del señor jefe político, fecha 26 junio 1849, en que comunica la resolución de Su Majestad, autorizando a este ayuntamiento para que proceda a la enajenación, ascenso y en pública subasta, del edificio ruinoso, llamado Hospital del Espíritu Santo, perteneciente a beneficencia, y el ayuntamiento kurda se anunció la subasta por término de 30 días “.

A pesar de este plazo mensual, la subasta no tuvo realidad de consumación de contrato hasta el año 1850, y así el 3 mayo el Consejo conoce haber sido vendido ascenso el 3 marzo de este mismo año de 1850 el Hospital del Espíritu Santo a don José Montalvo izquierdo, mediante escritura pública otorgada ante el escribano don Pedro Pedraza, por precio de 12.333 reales más los censos en ella especificados.

Al visitar las dependencias del que fuera Hospital del Espíritu Santo, solamente encontramos digno de registrarse, una amplia sala que debió servir de enfermería. Llama la atención su bóveda de ladrillos que construirá conforme a la teoría de las bóvedas vaídas, es un ejemplar de importante valor arquitectónico. La Iglesia se conserva la cúpula. A la izquierda de la fachada central campean, sobre una cartela berroqueña los roeles de los Orellanas. La portada es adintelada.